Lo primero que tenemos que tener es la necesidad de contar , de compartir una idea, un sueño, una historia, una realidad, una crítica... Hay miles de cosas que podemos contar a través de las producciones audiovisuales, pero lo primero es tener esa necesidad de comunicar aquello que nos preocupa, nos gusta o nos importa.
Si tenemos esa necesidad, ya empezamos bien, ahora nos tenemos que centrar en qué queremos contar. Esto es la base de cualquier producción audiovisual, que a partir de este momento llamaremos vídeo.
La idea es el motor que genera la necesidad de contar una historia. Es la que nos anima, nos provoca y nos incita a compartir con las y los demás algo que da vueltas alrededor de nuestra cabeza. Sobre esta idea empezaremos a trabajar para hacerla visible a través de nuestro vídeo.
Esa idea la podemos trasladar al mensaje audiovisual, al vídeo, de múltiples formas. Seguro que si ofreciéramos esta posibilidad, sobre una misma idea, a un grupo de chavales, cada cual haría un vídeo muy diferente.
Las diferentes posibilidades que se abren en la producción de un vídeo son inmensas. Pero en grandes rasgos existen tres formas fundamentales de contar una idea:
Al contrario que el documental, las obras de ficción no buscan la captación de la realidad sino recrearla y transformarla con el fin de narrar hechos que pueden o no haber ocurrido. En la mayoría de las veces no han ocurrido nunca. Este género es el más comercial y apreciado por el gran público y se basa en la capacidad de inventar historias. dentro de la ficción encontramos diferentes géneros con sus particulares convenciones formales y narrativas: el drama, la comedia, el thriller, la ciencia-ficción, etc. Al contrario que el documental, la pretensión de recreación de "una" realidad que mueve al realizador de obras de ficción le exige, en la mayoría de los casos, la utilización de actrices y actores, decorados, maquillaje, etc.
Su objetivo es la grabación de hechos reales con el fin de reflejarlos lo más fielmente posible y/o someterlos a análisis. También se puede hacer un vídeo usando grabaciones o filmaciones de archivo, o de otros documentales, reportajes, o trabajos audiovisuales ya existentes. En el primer caso, se utilizarían materiales originales grabados o filmados por nosotros mismos. En el segundo se echaría mano de material de archivo. ambas fórmulas no son excluyentes y, de hecho, se pueden obtener resultados mucho más ricos y complejos usando una técnica documental mixta.
El objeto de este tipo de vídeos es el arte en sí, los fundamentos del mismo y la investigación de los procesos de la obra audiovisual. Quien realiza un vídeo de creación pretende crear un objeto de carácter artístico sin las limitaciones ni cortapisas que los géneros y convenciones narrativas o comerciales le puedan imponer. Suelen tener, en muchas ocasiones, una marcada vocación experimental.
Una vez que hemos elegido el tipo de vídeo que vamos a realizar tenemos que ir concretando la idea que tenemos. Es la hora de empezar a escribir para ir poniendo las ideas en orden. Pero antes de nada debemos pensar: ¿A quién va dirigido nuestro vídeo?
Esta es una pregunta clave a la hora de diseñar nuestro vídeo y que nunca debemos olvidar. No es lo mismo hacer un vídeo dirigido a adolescentes que a personas mayores, a niños, que a padres y madres. Por eso antes de comenzar la elaboración de nuestro guión tenemos que hacernos esta importante pregunta. Cuanto más cerremos esta pregunta más fácil nos resultará hacer nuestro vídeo y obtendremos un mejor resultado.
A la hora de comenzar a escribir nuestro guión debemos de tener en cuenta los siguientes pasos:
Esta es una de las fases fundamentales de nuestra producción audiovisual. Un buen trabajo se asienta siempre sobre un buen guión. El guión es una orientación en la que aparece descrito todo lo que después saldrá en la pantalla. En la elaboración del guión podemos distinguir dos fases:
El guión literario es aquel que describe aquello que se mostrará y escuchará en nuestro vídeo. Involucra división por escenas, acciones de personajes o eventos, diálogo entre personajes, así como breves des-cripciones del entorno. Un buen guión literario tiene que transmitir la información suficiente para que, quien lo lea, visualice la película: cómo transcurre el diálogo, cómo actúan los personajes y con qué objetos interactúan, aunque sin especificar todavía los pormenores pormenores de la producción. Una vez finalizado se pasa al guión técnico, que describirá con detalle cómo la cámara va a captar toda esa información.
El guión literario de ficción nos indica los cambios de escena, si la acción se desarrolla en interiores, exteriores, de día o de noche, y separa el diálogo de los personajes del resto de la acción. El guión literario de documental no suele ser tan preciso como el de ficción.
El guión técnico es un guión elaborado por la directora o el realizador del vídeo después de un estudio y análisis minucioso del guión literario. En el guión técnico, el realizador puede suprimir, incorporar o cambiar pasajes de la acción o diálogos.
En el guión técnico se detallan las secuencias y los planos, se ajusta la puesta en escena, incorporando la planificación e indicaciones técnicas precisas: encuadre, posición de cámara, decoración, sonido, playback, efectos especiales, iluminación, etcétera. En el guión técnico de ficción se suele realizar el story-board que consiste en dibujar viñetas de cada plano que hemos planificado en nuestro guión técnico indicando la acción que corresponde.
En resumen, el guión técnico ofrece todas las indicaciones necesarias para poder realizar el proyecto. Al guión técnico le sigue un bloque que contiene la descripción de la acción, de las actrices y los actores, sus diálogos, efectos, músicas, ambiente y las características para la toma de sonido.
Esta primera etapa de elaboración del guión y de la preparación de todo lo necesario para poder grabar se denomina etapa de preproducción. Una vez que tenemos elaborado el guión y sabemos qué queremos contar y cómo queremos contarlo, tenemos que empezar a preparar todos los medios técnicos y humanos para poder realizar nuestro vídeo.
Tenemos que definir todos los medios que necesitamos:
Otro punto muy importante de esta primera etapa de preproducción es decidir las localizaciones , que son los lugares donde vamos a grabar: tanto si son interiores (naturales o decorados), como si son exteriores, de día o de noche.
Toda esta información debemos organizarla para realizar nuestro vídeo de manera planificada, efectiva y con el menor coste económico posible. Cuantos más medios necesitamos y más personal interviene, mejor planificado debemos tenerlo todo. En el rodaje de una película interviene mucha gente y muchos medios. En producciones más modestas también debemos realizar una buena organización para aprovechar al máximo los medios con los que contamos.
(Tomado de: Cibercorresponsales)